21 Mar
La figura del agente de igualdad y factores. Igualdad Laboral
La figura del agente de igualdad
1.- ¿Qué actuaciones concretas se tendrían que llevar a cabo para luchar por lograr la igualdad de oportunidades para todos y todas?
Para lograr la igualdad de oportunidades, es imprescindible la implantación de una serie de actuaciones concretas, encaminadas a lograr dicha igualdad.
En ese sentido, algunas de las actuaciones del agente de igualdad que se podrían llevar a cabo son por ejemplo son: dotar de mayor reconocimiento a los tratados y leyes creados para tal fin, pues lo cierto es que a pesar de su implantación necesitan mayor reconocimiento y divulgación. Además, cabe recordar que el artículo 14 de nuestra norma suprema, la Constitución Española, establece que todos somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna, por ello, deberíamos esforzarnos más en que tal precepto no fuera eminentemente teórico, y buscar su aplicación en la práctica en su mayor amplitud.
Para ello, sería necesario a su vez, implantar una mayor conciencia social, que empezará en edad temprana, de tal forma, que los niños a lo largo del proceso educativo aprendieran la importancia de vernos a hombres y mujeres como iguales, adquiriendo y reforzando dicha idea en todo su desarrollo para que, al crecer lo tengan afianzado de tal manera que no sea necesario concienciar a los adultos.
Otras actuaciones interesantes podrían ser la posibilidad de obtener subvenciones para aquellas empresas que contraten mujeres (al igual que existen normas encaminadas a buscar la inserción de las mujeres en el mundo laboral exigiendo que un tanto por ciento de los empleados sean del género femenino), luchar por la incorporación de un lenguaje no sexista, y sobre todo de un comportamiento no sexista. Debemos buscar una educación basada en la igualdad y no en la separación de géneros.
Desde que nacemos y mientras crecemos, la sociedad (personas y tradición) nos enseña a comportarnos y a actuar en función de nuestro sexo (por ejemplo, a los niños se les regalan balones y a las niñas muñecas, pero al revés casi nunca), y al final, esa actitud crea diferencias entre hombres y mujeres, por lo que una educación en igualdad reduciría a grandes rasgos la desigualdad.
También habría que empoderar a las mujeres, de tal forma que puedan acceder libremente a cualquier trabajo, eliminando las brechas salariales y techos de cristal que padecen, permitiendo que las mismas puedan llegar a lo más alto de sus carreras profesionales, y reconociendo de igual forma y con los mismos méritos aquel trabajo que hace la mujer idéntico al hombre, ya que muchas veces ante la misma situación al hombre se le sobrevalora mientras que a la mujer se la infravalora.
En conclusión, existen multitud de actuaciones encaminadas a lograr la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, y lo que queda claro es que, si nos preocupamos por educar a los más pequeños con una conciencia de igualdad, de mayores tendremos mucho camino logrado individual y socialmente.
2.- ¿Los factores marcan la evolución de la igualdad de oportunidades son positivos o negativos?
Los factores que marcan la evolución de la igualdad de oportunidades que hemos estudiado, son en su mayor parte positivos, aunque alguno guarde elementos negativos. Asimismo, todos están conectados o enlazados entre sí, y muchas veces unos son las consecuencias de otros.
Es cierto, que el papel de la mujer en la sociedad ha cambiado radicalmente de un tiempo a esta parte, y está en continuo cambio a medida que la sociedad va evolucionando. Sin duda, esta evolución es totalmente positiva, pues solo hace falta comparar el papel de la mujer hace unos años y el que tiene ahora.
Antes la mujer estaba a la sombra del hombre, y su único cometido era dedicarse a las tareas del hogar y el cuidado de los hijos, estando en una clara posición de inferioridad frente a los hombres, tanto laboral como socialmente. Ahora sin embargo, ese panorama ha cambiado radicalmente, a pesar de que aún queden grandes logros por alcanzar. Lo cierto es que aunque se rompen muchas barreras, siguen existiendo estereotipos que frenan el desarrollo de la igualdad de género.
Hace tiempo que las mujeres se incorporaron al mundo laboral, pero ni en aquel entonces ni ahora, puede decirse que estén en la misma posición que los hombres, prueba de ello es que a ellas con el mismo talento o mas, les cuesta el doble acceder a grandes puestos, sigue habiendo trabajos que a ojos de muchos deben ser solo de hombres o de mujeres, además de la valoración. Como ya decíamos, hay sobrevaloración por las tareas desempeñadas por hombres e infravaloración por las desempeñadas por las mujeres. Si una mujer se dedica a su hogar, su familia y su trabajo, es una mujer normal, ahora bien, si un hombre hace lo mismo, es un “súper hombre.”
Otra prueba la encontramos en la conciliación de la vida familiar y laboral, pues las estadísticas revelan que son el 98,8% de las mujeres quienes abandonan sus trabajos para dedicarse al cuidado de sus familias, y tan solo el 1,1% son hombres (ello es así, porque aún se tiende a pensar que el cuidado de la familia y la realización de las tareas del hogar es obligación de la mujer).
En cuanto a la multiculturalidad, dicho extremo es enriquecedor para las culturas y países quienes tienen la oportunidad de convivir y conocerse unos a otros, pero también puede suponer un punto negativo, ya que no en todas las culturas las mujeres son vistas de la misma manera, por lo que la mezcla puede enriquecer y ayudarnos a mejorar, pero también puede hacernos retroceder.
En definitiva, los factores que marcan la evolución de la igualdad son positivos porque reflejan que la mujer crece y se desarrolla en la sociedad y que poco a poco va ocupando el lugar que le corresponde, pues todos, con independencia del sexo que tengamos, somos personas, y por ende, iguales. Lo que es cierto es que los factores guardan rasgos negativos, y es ahí, precisamente donde nosotros debemos incidir, para mejorar y cambiar los elementos negativos por positivos. Guardan especial importancia los poderes públicos, pues ellos, al ser quienes mayor poder tienen en la sociedad, son los que mayor impacto pueden crear a la hora de buscar la igualdad de oportunidades efectiva, real y práctica entre los hombres y las mujeres.
Este artículo ha sido redactado por María Jesús Barreñada Muñoz, perteneciente al despacho ARE-2 Abogados, www.are2abogados.com, en nuestro despacho la primera consulta es gratuita, y además financiamos los procedimientos, por ello si tienen alguna duda en relación con esta materia lo mejor es que contacte con nosotros en los teléfonos 91-5472525, 902-447722, 665508441, o a través del correo are2abogados.com