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En Are2 Abogados sabemos que la convivencia con la pareja no siempre evoluciona como uno la planifica y que los matrimonios pueden llegar a finalizar en divorcios.
El divorcio no es malo en sí mismo, las personas y sus objetivos cambian con el tiempo y eso afecta a la relación de pareja. Lo negativo es intentar mantener a flote un matrimonio que hace aguas y que el conflicto generado se enquiste y agrave a medida que pasa el tiempo. Como una herida que se infecta si no es tratada.
Desde 2019, se impulsó la mediación familiar como primer paso cuando se decide optar por el divorcio, para aligerar la carga en tribunales y porque una solución amistosa beneficia más a la familia que una guerra abierta.
Necesitará profesionales de confianza para afrontar una experiencia tan dolorosa, como lo es separarse de la persona con la que pensó que compartiría toda su vida.
Por ello, nuestro despacho de abogados pone a su disposición un grupo de profesionales especializados en el derecho de familia, en concreto aquellos que se encargan de los divorcios con mediación familiar.
Es una alternativa al divorcio contencioso, en el cual un juez es el que decide todas las disposiciones después de oír a las partes.
A través de la mediación familiar, los cónyuges retienen todo el control sobre las decisiones que les afectan a ellos y, sobre todo, a los hijos.
Es el proceso ideal a seguir si quiere mantener una relación amistosa con su ex pareja. Una persona neutral se encarga de hacer de mediador y de ayudar a rebajar la tensión que siempre aparece durante la negociación de un divorcio.
En el fondo, el objetivo último es la comunicación y llegar a acuerdos beneficiosos para toda la familia, en aspectos como el patrimonio, la coparentalidad, el régimen de visitas y otras cuestiones económicas que siempre levantan ampollas.
No está obligado a seguir un orden específico, incluso no es raro dar marcha atrás y retornar a las fases iniciales buscando aliviar tensiones entre los implicados.
Incio del proceso
Información mutua
Se acude de manera individual. El mediador se encarga de reunir información relativa a ambos cónyuges y sus opiniones respecto a la situación del matrimonio y su divorcio.
Las sesiones individuales pueden seguir dándose a lo largo de toda la mediación, sobre todo si hay algún tema específico que le haga chocar de frente con su ex pareja y que no puedan dialogar cara a cara sin acabar discutiendo
En esta fase se asiste en pareja, porque lo importante es que ambos reciban asesoramiento psicológico y jurídico.
El mediador ayuda a que ambas partes entiendan el punto de vista de la otra y plantea los puntos de discrepancia de forma conciliadora. Siempre buscando la empatía y procurando que ambos entiendan los miedos y reclamaciones del otro.
Está comprobado que, cambiar la escalada de reproches que se produce durante una discusión por una conversación racional, suele obrar milagros que sorprenden a ambos cónyuges.
Se informa a los hijos
Aprendizaje y negociación
Resolución
No todo el mundo decide llevar adelante este paso y muchos profesionales consideran esa decisión un error.
Es normal que no se comunique el divorcio a niños menores de cuatro años, todavía están en una fase de desarrollo que les permite adaptarse con facilidad. La situación cambia cuando ya tienen 6 años y, más aún, si hablamos de adolescentes.
Haciendo partícipes a los hijos en el proceso de divorcio y teniendo en cuenta sus opiniones, los progenitores pueden encontrar en ellos un apoyo inesperado y evitar que se generen sentimientos de abandono y culpa en los menores. Comprender es parte del proceso de aceptación.
El mediador se encarga de presentar a la pareja una serie de técnicas de comunicación, que favorezcan una negociación amistosa, rebajando el nivel de emociones negativas y que solucionen sus problemas dialogando.
Entonces usted y su ex pareja pueden utilizar estas técnicas y debatir problemas concretos. Siempre buscando soluciones realistas y civilizadas.
Una vez se han alcanzado los acuerdos necesarios, éstos se ponen por escrito en el convenio regulador que será firmado por ambos cónyuges con el asesoramiento de sus abogados.
Cada divorcio es diferente y requiere soluciones adaptadas a las circunstancias. Si en su caso se trata de un divorcio de mutuo acuerdo, que prioriza el bienestar de los hijos por encima de los problemas de pareja, le interesa intentar la mediación familiar antes de meterse en juicios.
Es la primera y gran ventaja.
La mediación familiar es un proceso extrajudicial que se basa en la buena voluntad de las partes. Llegar a acuerdos sin la intervención de un juez, ayuda a que todo se solucione con mayor celeridad y con menos daños emocionales.
Los abogados toman un papel de consejeros, resolviendo las dudas que surjan durante la mediación, y para redactar el contrato de divorcio al final.
Las tasas de un divorcio por vía judicial pueden llegar a ser exorbitantes, carga que según el caso podría llegar a sumarse a las indemnizaciones que se deben pagar al ex cónyuge.
El mediador y los cónyuges están obligados a mantener en secreto toda la información que se revele en las reuniones y, si se diera el caso, tampoco podrán usarla el uno contra el otro en un juicio posterior.
Además, el hecho de dialogar el problema en un espacio privado elimina el estrés que acarrea exponerse delante de un tribunal.
Como resultado de un juicio siempre habrá uno de los cónyuges que salga ganador y otro que se considere perdedor. Es un final muy negativo, que sólo avivará los rencores y dificultará la labor de los cónyuges como padres.
En el caso de la mediación los dos cónyuges están del mismo lado y priorizan el interés de la familia por encima del beneficio personal durante el divorcio.
Porque nadie niega que una pareja tiene derecho a divorciarse, pero sus responsabilidades parentales permanecen y deben compartirlas por el bien de los hijos. Separarse de manera amistosa y civilizada, le facilitará a usted y a su ex pareja llegar a acuerdos sobre la educación y crianza de los niños.
No consiste sólo en mantener el conflicto a raya hasta que termine el proceso de divorcio, sino de aprender a relacionarse con la mínima hostilidad en el futuro.
Esto representa lo más importante para muchas personas en un proceso de divorcio.
Nadie querría que su divorcio se convierta en una guerra que arrastre a sus hijos. Porque no hay nada peor que utilizar a un menor como arma arrojadiza, y más por culpa de las desavenencias entre sus progenitores.
Si cede al rencor por su ex pareja, esto puede generar en sus hijos conductas manipuladoras y que intenten aprovecharse de la competición que se establece entre los progenitores por su afecto. Además, pueden cambiar muy rápido sus alianzas y decantarse por uno o el otro según les interese, todo por intentar mantener una sensación de control.
Sentimientos de enfado, rebeldía, abandono, desorientación, etc., también son comunes. Por eso es tan importante llegar a acuerdos de manera amistosa, para que los hijos no sientan que su mundo se pone patas arriba y que pierden a uno de sus padres por culpa del divorcio.
Hay que ayudar a los menores de cualquier edad a comprender la necesidad de este cambio en la relación de sus padres, cómo pelear por mantener el matrimonio sólo conducirá a más dolor para toda la familia.
Es vital que usted y su ex pareja se pongan de acuerdo en reglas comunes y a la hora de tomar decisiones importantes que afecten a los hijos. Evitando siempre peleas y competiciones. Así los menores podrán percibir el cariño de sus padres a través de la coherencia y la responsabilidad compartida.
El mediador es la figura central de este proceso y el resultado depende mucho de sus capacidades. Deben ser personas competentes, con importantes habilidades de escucha y capaces de mantener la neutralidad en todo momento.
También es importante la figura del abogado que asesora y guía a los cónyuges durante el proceso. Su larga experiencia profesional, asegura que nuestros abogados mantendrán una visión objetiva pero flexible de la situación, para adaptar sus estrategias a las necesidades específicas de cada caso de divorcio.
Queremos que nuestros clientes se sientan escuchados en todo momento, pudiéndose apoyar tanto en el mediador como en el abogado que les representa. Todo con la tranquilidad que aporta un proceso conciliador.
Llámenos y le ayudaremos a resolver sus dudas. La primera consulta es gratuita.
Además, podemos preparar un presupuesto ajustado a su medida y ofrecerle facilidades de pago, para que el dinero no sea un problema a la hora de disponer de un abogado profesional y de confianza.
Si te quieres divorciar de tu pareja el despacho de abogados Are2abogados es especialista en el derecho de familia. No lo dudes y ponte en contacto con nosotros, te daremos las máximas garantías durante todo el proceso
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